29 abr 2011

Kannon, la vuelta del ruido del kañón


Kannon retorna a la escena musical tres años después de su separación y lo hace con Más que antes, un recopilatorio con los temas más votados por sus fans y dos canciones inéditas. El disco viene acompañado de una gira que llevará al quinteto vigués a recorrer la geografía española.

Entre finales del siglo pasado y principios de éste se gestó en el panorama musical un nuevo género que hizo las delicias de la juventud de medio mundo: el nu metal. Abanderado por grupos como Korn, Deftones o Linkin Park, esta música servía a los jóvenes como forma de expresión para descargar la rabia y la agresividad tan propias de su edad. En España fueron muchos los grupos que buscaron aprovechar esta corriente para hacerse un hueco en el mundo de la música, pero muy pocos lo consiguieron. Kannon fue uno de ellos convirtiéndose en uno de los grupos nacionales alternativos de referencia en el panorama musical español de la primera década del siglo XXI.

Varios son los factores que ayudan a explicar por qué este quinteto vigués formado en 1997 por Vicente Folgar (alias Cody MC) a las voces, Uka al bajo, David Álvarez y Juan López (el cual será sustituido por Anxo después de su segundo disco) a las guitarras y Ouzo a la batería, consiguió llegar donde otras muchas bandas anhelaban. Por una parte entendieron que el camino no era hacer algo idéntico a lo que venía de Norteamérica sino utilizar ese género dándole su propio estilo. Las influencias de Kannon no sólo bebían del nu metal sino también del rap metal, de grupos también en eclosión como Rage Against the Machine y Limp Bizkit. Ya el propio nombre de Kannon dejaba a las claras las intenciones del grupo, buscando el canon, el equilibrio perfecto, en la fusión entre metal y rap, algo que por aquellas resultaba innovador en la música de nuestro país. 



La segunda razón hay que encontrarla en la figura de Pablo Iglesias. Considerado por muchos como uno de los mejores productores musicales españoles, supo ver que el grupo valía. Grabó con ellos una maqueta a partir de la cual Kannon pudo colocar dos de sus canciones en el recopilatorio de rock gallego Intoxicación. Uno de esos temas fue “Ruido”, convertida ya desde sus inicios en la canción estandarte de la banda y, en parte, de su generación, al criticar a toda aquella gente que usa el término peyorativo de ruido para toda aquella música que no entra dentro de los cánones de lo comercial. Tal fue su éxito que en 1999 Radio 3 la eligió como la mejor canción rock en castellano del año. Sin duda, “Ruido” en sí misma es otra de las causas para entender por qué Kannon consiguió sus objetivos. Este contexto tan positivo fue aprovechado por la banda y de la mano de Pablo Iglesias sacaron en el 2000 su primer disco, Denuevonunca. Desde ese momento el productor se convirtió en el sexto miembro de la banda siendo el artífice de los cuatro discos que sacarían a lo largo de su trayectoria. Las palabras de Cody acerca de la influencia de Pablo en la banda dejan clara su importancia “Nosotros con Pablo a muerte. Él ha sido quien nos ha enseñado a trabajar, a sonar... si no fuera por él no hubiéramos conseguido todo lo que conseguimos. Tal vez ni hubiéramos existido”. Pero un productor no puede hacer bien su trabajo si no tiene una buena materia prima que modelar.


Los vigueses ya habían mostrado con “Ruido” su capacidad para hacer canciones que llegaran, pero Denuevonunca era el paso definitivo, ese primer disco con el que lanzas tu carrera o te embarras. Y Kannon supo entender a la perfección lo que debía ofrecer. Con un estilo áspero y potente, con la tensión eléctrica que sale de sus dos guitarristas y acompañados de una contundente sección rítmica la banda ofrecía esa agresividad de aquel que lo da todo, del que no tiene nada que perder, que se combinaba con las letras incendiarias que salían rapeadas de la voz de Cody y su personal estilo y actitud a la hora de cantar. Además de “Ruido”, canciones como “Mi misión” en la que se observa la influencia de Limp Bizkit, “American Dream” criticando la censura americana o “We don’t stop”, una de sus canciones más cañeras, convierten a Kannon en una de las bandas más reconocibles del panorama español. Incluso en algunas de estas canciones se permiten el lujo de compararse a un cañón (aprovechando la similitud fonética con el nombre de la banda) y la potencia que de éste se desprende. Con el disco, el quinteto vigués tendrá la oportunidad de hacer aquello que siempre había deseado: tocar en directo y demostrar de qué pasta están hechos. Ése es el último motivo para explicar por qué Kannon consiguió ser una referencia. Y es que el grupo pronto sorprendería con un directo potente, fresco, desinhibido y sobre todo muy comunicativo en donde el público se convierte casi en un componente más de la banda. Tal y como dice Cody “el objetivo es que la gente participe y termine con la camiseta mojada”. Durante la gira de presentación del disco, la banda tiene la oportunidad de tocar en el Festimad, convirtiéndose en una de las gratas sorpresas del festival.


En el 2002 la banda publica su segundo larga duración Imagina un disco en el que el rap le gana terreno al metal y en el que destacan canciones como “Imagina”, en el que la banda sueña despierta con lo que podría conseguir a través de la música, “Arde” que será utilizada para la campaña publicitaria de una conocida marca de refrescos o “Si no hay dios” una de sus mejores letras. Con este disco Kannon se colará por primera vez entre los 50 discos más vendidos en el país llegando al puesto 31 de la lista AFYVE. Además, en el verano de 2003 tocarán en tres de los mejores festivales españoles (Festimad, ViñaRock y el Derrame). Kannon se abre camino a pasos agigantados y en medio de una gran expectación lanzan en mayo de 2004 su tercer disco Intro, un álbum más cañero, más rockero que el anterior pero sin llegar a la contundencia de su primer trabajo y en el que los rapeos son cada vez menos frecuentes. Definitivamente la banda ha madurado. Sobre este hecho Cody explica “se podría decir que la madurez se ha dejado notar en Kannon desde aquellos días en los que la frescura de unos chavalines era lo que primaba”. En el disco encontramos desde canciones rockeras como “La llave” u “Otra vida” hasta otras más sentidas como “No puedo respirar”, “Chaval”, homenaje a las víctimas del 11-M, y especialmente “Pa”, una enorme canción dedicada al padre de Cody. Intro supone la consagración de la banda. Además de aparecer en diversos programas de televisión, repiten por segundo año consecutivo en Festimad y se instalan durante varias semanas en la lista AFYVE. Como colofón vivirán una de las mejores experiencias de su carrera teloneando a Offspring en su ciudad natal: Vigo. “Ha sido la vez que para más público tocamos, ni más ni menos que 25.000 cabecitas teníamos delante, un reto grande que acabó de lujo pues la gente aceptó muy bien nuestro show y se involucró mucho en el concierto, una noche memorable” comentaba Cody sobre el concierto. 

 
El 2006 será un año de contrastes para la banda. Por una parte cumplen uno de sus sueños teloneando a Korn, una de esas bandas a las que versionaban cuando eran unos renacuajos. Por otra, y como cada dos años, la banda sacaba nuevo disco, Destino, un irónico título viendo que se convertiría en el principio del fin de la banda. Pendientes de conseguir esa madurez musical, la banda se olvida de sus raíces, de las señas de identidad por las que llegaron a algo en el mundo de la música y eso les hace irreconocibles para todos aquellos que habían ido creciendo musicalmente con ellos. Destino no es un mal disco, pero una vez desaparecidos los rasgos metaleros y raperos y sin ninguna canción que sobresalga, se convertirá en el trabajo con menos profundidad de la banda, algo que finalmente les pasará una altísima factura. Y es que a finales de ese año la banda publica un comunicado anunciando su separación. Aunque no se especifican claramente las causas, parece que las dudas sobre el camino a seguir son el detonante. Tras nueve años de carrera musical, cuatro discos publicados y multitud de conciertos por toda España, Vicente, Uka, David, Anxo y Ouzo ponen fin a su carrera en común. 
 
Y así llegamos a noviembre de 2009 en el que de forma sorpresiva Kannon, o lo que queda del grupo, anuncia su retorno. De los originales, ya tan solo queda Vicente, el alma del grupo, al cual se han unido Martiño Martínez, Gerardo Pérez, Eloy Pérez y Sandra Gallego. Juntos tienen el objetivo de revivir a uno de los grupos españoles más representativos de la movida alternativa de lo que llevamos de siglo. Y para ello, qué mejor que un recopilatorio con el que rememorar sus grandes éxitos y una gira con la que poder volver a disfrutar con una de las bandas más carismáticas y que mayor buen rollo transmiten encima de un escenario. 

Para el 2011 anuncian nuevo disco Cinco lágrimas para la quinta esencia en el que habrá expectativas por saber cuál será el estilo por el que se decantarán, pero de momento, lo inmediato es su gira. Después de tres años, llega el momento de volver a disfrutar del directo de Kannon. Que las camisetas vuelvan a mojarse al ritmo del ruido del kañón.

Iván Sobrino

IVÁN FERREIRO



Picnic Extraterrestre
Warner

Picnic extraterrestre” es el cuarto trabajo en solitario de Iván Ferreiro, ex líder de los añorados Los Piratas. Realizado por el artista vigués con la colaboración de sus inseparables Amaro Ferreiro –su hermano- y Pablo Novoa, los doce temas que lo componen se mueven en la ambivalencia de los sentimientos, en un choque de extremos que resulta excesivo incluso para él. Un disco poco accesible que se queda lejos de superar lo ofrecido en sus dos primeros trabajos.

Quiera o no quiera, el nombre de Iván Ferreiro siempre estará irremisiblemente ligado a la banda viguesa Los Piratas. El característico pop rock con aires experimentales con el que el grupo triunfó entre los 90 y los primeros años del siglo XXI constituyen una sombra demasiado alargada para que su ex
frontman pueda escapar de ella. Por desgracia ya hace seis años de su separación y las inquietudes de Iván en el mundo de la música le llevaron a iniciar su carrera en solitario. Desde entonces sus dos primeros discos “Canciones para el tiempo y la distancia” y “Las siete y media” se constituyeron en dos productos prometedores que demostraban que su carrera como solista podía resultar fructífera. Sin embargo, su último disco, “Mentiroso, mentiroso”, bajó considerablemente el nivel al resultar excesivo e irregular. Y en esas llega este año su cuarto trabajo de estudio, este “Picnic extraterreste” que debía confirmar si la anterior producción era sólo un borrón en su carrera o Ferreiro estaba empezando a perder su toque. La realidad es que se acerca más a esta segunda opción. Lo primero que me viene a la cabeza sobre este álbum es la palabra paciencia, que es la aptitud que se necesitará tener para encararlo. Y es que es un disco poco accesible al que hay que hacer frente con cierta distancia para poder hincarle el diente sin aborrecerlo en el intento. Y es que a veces da la sensación de que Iván Ferreiro tiene una necesidad de complicarse la vida, de querer reinventarse con cada cosa que hace. Y en ocasiones, esa visión inconformista, lejos de ser una virtud, puede hacer caer al artista en un halo de irreverencia narcisista perjudicial. 
 
La principal novedad del álbum radica en el protagonismo específico que adquiere la voz de Ferreiro. En un trabajo sin un especial interés por la composición sonora, el cantante se la juega al tener que transmitir todas las sensaciones buscadas a través de los diversos registros que su voz adquiera. En un trabajo marcado por la ambivalencia entre el amor y el dolor, entre la intensidad y la dulzura, el producto que ofrezca su voz es la clave. Y el resultado desgraciadamente deja un cierto poso cansino y monótono, como si hubiera faltado algún apoyo sonoro a lo largo del trabajo. Para comprender esa disyuntiva sentimental que Ferreiro nos ofrece, bastan las dos primeras canciones como ejemplo. El comienzo suave que ofrece la semi-acústica Canción de amor, nos brinda un espacio de quietud y paz que contrasta con Cabaret, una canción que resultará apetitosa para sus fans por la intensidad por la que podrán cantarla en el directo. Del aire melancólico gira hacia una explosión de cálida felicidad. Contraste. Esa es la búsqueda en la conexión de las piezas. De la frustración de Paraísos perdidos (probablemente la mejor canción del disco) al romanticismo de La Jetee. De la sensibilidad de Perdidos a la conmovedora despedida de Luna de miel. De lo dulce a lo agresivo, del desasosiego a la esperanza. Un paseo por el contraste de las sensaciones a través de la voz del cantante que, aunque como premisa podría resultar acertada, acaba cargando. Mención aparte merece Fahrenheit 451, el escogido erróneamente como primer single. Una pieza con un estrambótico estribillo y un tufo hipócrita en su letra que no convence para nada. 
 
Aunque sus composiciones siempre resultan curiosas y puede que hasta sorprendentes, Ferreiro no tiene medida. Este último disco nos ofrece a un artista imbuido en su propio caos sin la capacidad necesaria para dar la pincelada justa en cada momento y con ello, el resultado final acaba emborronándose. Exceso. De contrastes, de intensidad emocional, de sensaciones que sin dosificarlas acaba resultando cargante e incómodo en su escucha y aunque resulte paradójico, acaba resultando monótono.
Si ya eras fan de Iván Ferreiro disfrutarás de este “Picnic extraterrestre”, si no es así, mejor busca otras alternativas más sugestivas.

Iván Sobrino

EL SOBRINO DEL DIABLO



La sala Monasterio es uno de estos rincones que late con fuerza debajo del suelo de Barcelona. Con un estilo a lo The Cavern de Liverpool, este sótano sirve música en directo, con sus noches temáticas de jazz, de blues y de rock. Y el pasado sábado, 20 de febrero, tocó el turno a el rock y el humor de El Sobrino del Diablo. Este tipo de lengua mordaz (no en vano ha sido profesor de literatura y lengua) presentaba su sexto disco oficial, Perder la dignidad, y lo hizo en el formato más crudo y rockero, armado con su banda, Nando Caballero al bajo, Juan Zarppa a la guitarra y Javi Rodríguez a la batería.


Pasadas las once empezó el show. Apareció el Sobrino a la tarima y con una sonrisa socarrona (que no se borró en todo el espectáculo) anunció que antes de nada iban a pasar el nuevo vídeo clip del Sobrino, dirigido por Ferran Pujol. El tema de éste era la canción ‘Jo vull ser teloner d’en Quimi Portet’ con Gerard Quintana dirigiendo un casting imposible, y con un Quimi Portet insertado en los morros de un elegante gato. Simple, gracioso y bien construido, el trabajo audiovisual de Ferran Pujol cuadra muy bien con el universo del Sobrino. 
 
Así, con el público expectante, el sobrino empezó a desatarse con sus monólogos donde reparte sarcasmo para todo el mundo, empezando por él mismo y terminando por el hombre del dedo, Jose María Aznar (en ‘El gordo de Seven’, el Sobrino también levantó el dedo cuando lo mencionó). El espectáculo de este músico-actor se basa precisamente en la fusión, anárquicamente perfecta, de sus composiciones musicales con sus discursos de bufón sin corte. Si las letras son su punto fuerte como músico se entrega como el frontman que lleva dentro. Pero con lo que más sorprende agradablemente es con su voz bien modulada, con un timbre que recuerda al Sabrina primerizo, al cual el tabaco aún no le había dado su tono de voz cazallera.



Empezó entonces con el ‘Punto G Políglota’, una aproximación lúdica al tema de los temas: el sexo. El rock sureño y las guitarras bien engrasadas inundaron el sótano. Después introdujo con otra lección de humor cáustico el tema de ‘Nuevo Rico, hombre pobre’, un tema fresco con unos toques funks con el que el Sobrino empezó a interactuar con el público pidiendo los coros. Así, ya calentito, el músico empezó su cruzada contra Charlton Heston introduciendo el tema ‘El Cid Campeador en el Planeta de los Simios’, un tema que analiza la polémica figura del difunto actor mezclando la historia de la película homónima con el Heston líder de la Asociación Nacional del Rifle. En este tema el sobrino se gustó aún más cuando, a mitad de la canción, lanza otro brillante monólogo sobre pajilleros adolescentes que van al zoo para poder volver a la figura del actor enredado en una relación zoofílica. Luego reprende el tema y tal como lo termina lo enlaza con gran fuerza con otro tema del nuevo disco, ‘El buscador’. Es probablemente éste el más enérgico de todos los presentados.





Lógico es una versión acelerada del ‘The Seeker’ de The Who. La voz del sobrino suena fuerte y deja ir algún que otro chillido a lo Roger Daltrey. La potencia de este tema provoca una catarsis en el público que se traduce en varios vítores y aplausos. El sobrino mantuvo el feeling con el tema ‘Por la pasta’, donde el rockero hizo participar otra vez a la gente en el estribillo. Después fue la hora de una segunda ronda de botellines mientras tocaban las más calmadas ‘La Canción del Invierno y ‘Romina pobre y Albano Kosovar’, con la dulce presencia de la flauta travesera de Guida Maymó (prima de Martí Maymó, de los Manel. Una familia con un mapa genético musical?). Una vez pasado este momento de sonido relajado, entre el folk y la música celta, Juan Gómez, el Sobrino, se enfrenta otra vez, en su faceta de monologuista, al público acusando a la sociedad de no saber bailar y, aún menos, cantar. Así empezó ‘Cantar no es bailar’, un buen tema pop-rock de tradición ochentera. Sin parar continuó con ‘El gordo de Seven’, una canción donde el músico siguió desquitándose de ciertos villanos mediáticos (sea Berlusconi, sea Aznar) mezclándolos con algunos de los particulares héroes del Sobrino (sea Fred Astaire, sea Waylon Smithers). Una muy buena canción, aderezada con la flauta de Guida, pero que cabe decir que suena mejor en el disco que en aquella sala. Después, otra vez, el Sobrino mandó instrucciones a los oyentes para formar unos coros de hombres y mujeres para acompañar a la primera canción fuera del repertorio del disco nuevo, ‘Eres un hippie fumador’. 



Y finalmente, y como no, mediante monólogo, presentó a sus músicos para atacar el último tema de la noche una versión en inglés del ‘Gloria’ de Van Morrisson. Luego aplausos y risas. Y para cerrar la fiesta, se volvió a visionar el video clip. El Sobrino, que aún no lo había podido ver concluido del todo, descansaba sentado en la tarima. Sus ojos chispeaban y su sonrisa socarrona se mantenía allí. Es la marca de estilo del híbrido perfecto entre humorista y músico ecléctico.

MARTÍ FIGUERAS



EDDIE VEDDER


Era un niño que quería a su madre pero que no sabía si querer a su padre. Cómo podía querer a una persona que enrojecía la cara de su madre, que hacía que de sus ojos saliera agua cristalina y que escocía, la misma que le salía a él cuando le dolía la tripa. Era su madre, tan dulce, feliz con su padre, el de semblante rudo? Con el tiempo, la angustia pasó. Bien, sólo se transformó. El infante pasó a niño, y de niño a chaval y de chaval a joven que exige respuestas. Él no era su padre, su padre era otro, un amigo común de la familia, fallecido ya. Que angustia vivir engañado, que angustia descubrir demasiado tarde! Y que suerte para el rock, para el grunge. El joven pasó a hombre, al hombre conocido como Eddie Vedder, la voz viva del grunge más respetada.



Edward Louis Severson III nació el 23 de diciembre de 1964 en Evaston, Illinois. Hijo de Karen Lee Vedder y Edward Louis Severson Jr.. Su padre era un músico de poca monta. Afortunadamente, de él heredó sólo la genética musical y no su carácter más pusilánime. Por lo que se ve, el matrimonio no debió mejorar con la irrupción del pequeño Edward. En 1965, Karen y Edward se separaron, pero al cabo de poco tiempo Edward volvió a tener un padre: Peter Mueller. De la infancia de Eddie se saben pocas cosas. Suponemos que fue una infancia un poco difícil, pues su padre no era precisamente muy atento con su madre. Todos estos hechos marcaron de una forma profunda en el carácter de Eddie: introvertido, solitario, meditabundo, con una tensión y una rabia que al paso de los años se iba acumulando en su interior. A sus cinco años la familia al completo se trasladó a San Diego, California. Allí pasó gran parte de su infancia y adolescencia, y allí fue donde descubrió y practicó dos de sus grandes pasiones: el surf y la música. A los doce años recibió de parte de su madre uno de sus mejores regalos de cumpleaños: una guitarra. Des de entonces, el chico empezó a relacionarse con aquel instrumento y a través de éste expresar todo aquello que le hería por dentro. Así mismo, hacía con las olas del mar y con su tabla de surf. Más tarde la familia volvió a Chicago. A los quince años decidió que para crecer sano y salvo debía abandonar el hogar familiar, donde su relación con su padre era ya demasiado tensa. El primer paso que hizo para desprenderse de aquel individuo que representaba el papel de padre fue cambiarse el apellido, de Mueller a Vedder, el de su madre.

Viviendo por su cuenta en San Diego, un día el joven Vedder recibió una visita de su madre. Por aquel entonces ella ya se había divorciado del tormentoso Peter Mueller, y ahora ya podía sacar a la luz el secreto mejor guardado: Mueller no era el padre biológico de Eddie, sino un tipo que Eddie había visto algunas veces y que era amigo de la familia. El recuerdo borroso, aquel al que se coge Vedder, era de un tipo que les había visitado en Chicago alguna vez y que venía siempre con muletas o silla de ruedas. Edward Louis Severson Jr. Padecía esclerosis múltiple y murió a causa de esta enfermedad. La noticia de saber que el tal Mueller no era realmente su padre le alegró mucho pero al saber que nunca podría conocer a su verdadero padre le hundió en una profunda tristeza. Tengo que vivir con la angustia de no haberlo sabido antes mientras estaba vivo”, comentaba Eddie años mas tarde, y con conocimiento de causa recomienda la verdad. “Yo era un gran secreto, y los secretos son malas noticias. Los secretos sobre adopciones, o sobre cualquier cosa deben salir a la luz. No los guardes. Se van haciendo mas y mas grandes, y oscuros, y profundos”.



Después de este episodio decidió volver a Chicago con su madre y sus hermanas. Pero el regreso fue breve, pues a sus veinte años volvió al mar con su novia Beth Liebling. Allí se pasó unos cuanto años pasando de curro en curro, siendo el más estable el de dependiente de gasolinera. Mientras trabajaba a todas horas y en sus ratos libres, su cabeza no paraba de componer canciones y cuando podía iba grabando sus canciones. Además cada mañana se pasaba sus horas en la cresta de la ola con su tabla de surf. Ésta era su vida intensa donde el dormir era una quimera. En uno de sus múltiples curros, el de montar escenarios, conoció a un tal Jack Irons, el que fuera batería de los Red Hot Chilly Peppers. De allí se forjó una duradera amistad que luego fue clave para el futuro profesional de Eddie y la creación de Pearl Jam. Todo sucedió en uno de los muchos viernes en que quedaban para echar unas canastas y intercambiar conocimientos musicales. Jack venía con una cinta casete proveniente de Seattle y de una banda que buscaban su cantante solista. Eran cinco temas musicales, sin letra, tocados por Jeff Ament i Stone Gossard. Aquella noche de 1990 Eddie Vedder escuchó atónito, des de la gasolinera, los cinco temas que dieron nombre a las Stone Gossard Demos. Vedder flipó literalmente con el riff de guitarra de la pieza titulada Dollar Short. Meses después aquella canción cambiaría aquel nombre por el de Alive, uno de los himnos más reconocidos de Pearl Jam, del grunge y hasta de la gran historia de la música. Pero todo esto llegó más tarde. 

 

Aquella cinta sumió en una especie de trance al joven Vedder y al instante se puso a escribir las mejores letras para aquellas composiciones musicales. Fue así como de las cinco composiciones sacó una trilogía que funcionó como una especie de ópera-rock. Esta cinta es conocida como la trilogía Mamasan y está formada por las canciones Alive, Once y Footsteps. Las tres están enlazadas por una historia dramática que empieza con la historia de un chico al que se le muere el padre y tiene que adoptar su papel de figura responsable con su madre. Pero la tensión y la ausencia de la figura paterna le provocan tal angustia vital que está a punto de explotar. Así pues, en Once el chico explota y se transforma en un personaje violento, en un asesino múltiple. Finalmente en Footsteps, el último tema, es apresado, condenado a muerte y ajusticiado. 
 
Una vez Mamasan estuvo lista, la envió por correo a Seattle. Al recibirla Jeff y Stone quedaron entusiasmados sólo oír la voz de Vedder. “...Conocer a Eddie fue un regalo de Dios. Se ajustó perfectamente a lo que estábamos haciendo, tato musical como personalmente” comentaría Jeff Ament.

Así pues poco a poco se fueron conociendo, viendo como encajaban las piezas entre unos y otros, y las notas fueron agrupándose en el pentagrama formando el cancionero del primer disco de Pearl Jam, el Ten. Pero antes de ser Pearl Jam fueron Mookie Blaylock, el nombre de un jugador de básquet profesional de los New Jersey Nets con cuyo cromo jugaban los chicos de la banda. Cómo tenían que llamarse de alguna forma en su primer concierto usaron el nombre del deportista. Pero al cabo ya de unos cuantos conciertos Vedder llegó un día con una propuesta para cambiar de nombre a la banda. Era Pearl Jam. El nombre les gustó mucho por su sonoridad pero aún les gustó más la historia que venía detrás. Y es que el joven Vedder había tenido un abuelo que era indio americano y que tomaba peyote. Este peyote lo utilizaba su abuela Pearl para hacer mermelada (jam).

En la primavera de 1991 la banda participó en el rodaje de la película de Cameron Crowe, Solteros. En abril el primer disco estaba terminado y lo sacaron al mercado con el nombre de Ten, el número del dorsal de Moookie Blaymock. Pero había alguna cosa que aún fallaba. Cualquiera que haya escuchado el Ten habrá oído grandes temas y algunos de ellos llenos de una fuerza y una rabia donde se capta la esencia pura del grunge. Pues al interpretarlas en directo, Eddie era más bien tímido y retraído en mostrar su rabia interior, adoptando una actitud poco receptiva con el público. Pues bien durante la gira de conciertos cruzaron la frontera para tocar en Victoria, Canadá, en un local llamado Harpo’s y dónde taloneaban a los amigos Alice in Chains. Parecía que aquella noche el público mostraba poco interés en la banda y eso empezó a molestar a Vedder que al final cansado de tanta hostilidad se encaró con rabia al público y cogió la pesada y sólida base del micrófono y la lanzó por encima de todas las cabezas del público, estrellándose contra la pared del fondo creando un gran estruendo. Aquel acto cambió la actitud de Vedder a la hora de actuar en directo. Parecía como si finalmente hubiese explotado, había dejado ir toda su rabia interior, todo aquello que lo había torturado en silencio des de pequeño, todo aquello que plasmaba en sus letras. Ahora estaba desatado y a partir de entonces no paró. Era un torbellino y era un peligro hasta para su propia seguridad. Se subía a todo lo que veía, se tiraba encima de la gente (de hecho, dicen algunos que lo que hacía era surfear sobre cabezas humanas) y volvía al escenario totalmente magullado, con la camiseta hecha jirones y con una energía descomunal para continuar con el show. Cabe decir que año tras año y después de pasar a una fase más relajada tanto musical como personalmente, sus actuaciones en directo son más comedidas. Pero el carisma ya lo tenía. Lo ganó en un pulso contra si mismo y sus circunstancias.



La filosofía de Pearl Jam en sus directos era la de mantener la máxima comunicación con el público, buscaban la perfecta interactividad con él. Así Eddie Vedder hablaba mucho con el público, tocando temas escabrosos y dando su punto de vista sobre diversas cuestiones vitales. La interactividad era total cuando pedía al público que escogieran la canción siguiente para tocar. A Pearl Jam les gustaba tocar en directo y hacían sus shows tan largos como podían. De hecho, dice la leyenda que varias veces llegaron a tocar su enésimo bis ya con cuatro gatos de público y con el personal de limpieza levantando el campamento.

Vedder ha sido y es un tipo bastante íntegro en sus ideas, con una visión de la vida entre el misticismo y cierto radicalismo, tienen claro que para él lo más importante es su música (después, claro, de su familia) y por ese motivo repudia cualquier abuso de la música de la banda. Y así fue des de un principio. Ningún miembro de la banda quería que nadie se aprovechara de la fama para uso personal. Por eso, después de grabar el vídeo clip de Jeremy, Vedder se niega a hacer lo mismo con Black, e iniciaría un largo periodo sin grabar ningún vídeo musical. Este periodo se terminó con el vídeo animado Do the evolution del Yield, aunque no salía nadie de la banda.

Así pues a lo largo de los años, y sobretodo con los primeros discos, Eddie Vedder pasó a ser una figura pública, un ídolo de masas que debido a su magnetismo y actitud positiva pasaba a ser reconocido en cualquier lugar. Un ejemplo de todo este fenómeno ocurrió durante un partido de jockey donde Vedder iba como simple espectador y tuvo que ser rescatado antes de ser aplastado por sus fans. Pero Vedder bien sabía quien era y lo que quería. No era un mártir, un cantante contra todo el mundo, él podía denunciar lo que quisiera con sus canciones, él podía sacar toda su rabia a la hora de tocar, pero en su vida privada siempre buscaba el equilibrio perfecto. No como uno de sus personajes más admirados y compañero de generación: Kurt Cobain. El 8 de abril del 1994 hacía pocos días que Kurt había fallecido y aquella noche PJ tenían concierto. Nada más salir a escena, Vedder dijo, "...no creo que sea una buena idea elevarse uno a sí mismo. Creo que hay veces que puede ser algo muy peligroso... algunas veces, lo quieras o no hay gente que te eleva por sí misma... y es muy sencillo caer después. Así que... no quiero ser el mensajero, no quiero ser alguien que dé malas noticias. Pero no creo que ninguno de nosotros deba estar hoy en este local, si no es en memoria de Kurt Cobain... 1,2,3,4..." y empezó a sonar Release. Estas palabras definen muy bien cual es la verdadera naturaleza humana de Vedder y siendo fiel a si mismo empieza una guerra contra la prensa y contra todos aquellos que quieren elevarlo a estrella del rock mediática. 

 

Otra anécdota desgraciada que ejemplifica muy bien el fanatismo hacia el cantante fue durante la gira del VS, en el concierto del festival de Roskilde (Dinamarca), donde éste sufrió el robo de su diario personal y un libro de poemas. Es curioso, pero este pequeño incidente en una localidad tan remota como Roskilde (donde eso sí se hace un muy buen festival) no fue nada con lo que pasó años después. En verano del 2000, Pearl Jam era otra vez, uno de los cabezas de cartel de Roskilde. Aquella vez pero la tragedia se cebó en ellos. Dicen que fue debido a que los altavoces que se encontraban en la parte posterior se estropearon. La gente al no oír bien el concierto se abalanzaron hacia delante de tal manera que acabaron causando una avalancha humana en la que murieron unas ocho persona aprisionadas en las filas delanteras. La reacción inmediata de Eddie Vedder es la de pedir al público que den un paso hacia atrás. Pero ya es demasiado tarde. El suceso cae como una losa encima del grupo. El ánimo se resquebraja y los dos conciertos que faltaban para finalizar la gira son suspendidos. La sombra de la disolución planea encima del futuro del grupo. Vedder decide retirarse durante un tiempo. En este periodo, visita Barcelona y Mallorca. Pero la fuerza de Pearl Jam, la vitalidad, la rabia y el talento de Vedder pasaron el bache y volvieron a actuar al cabo de pocos meses.

Otro aspecto a destacar del carácter y la actitud frente la vida de Eddie Vedder es su profundo compromiso con muchas causas sociales, haciendo así apariciones y conciertos con la banda o en solitario en actos benéficos para el Tíbet, para fundaciones contra el hambre, contra la guerra de Kosovo, y por supuesto contra la guerra de Irak, en la que, igual que muchos otros grupos americanos, declararon abiertamente su repudia a las acciones bélicas del gobierno de Bush hijo. Probablemente el punto más álgido de su cruzada política está en la gira ‘Vote for change’ que junto con sus compañeros de banda inicia con artistas de la talla de Bruce Springsteen, Dixie Chicks o REM por todo Estados Unidos. De la forma que sea, Eddie Vedder siempre está allá para tal como dice "...si puedes animar a la gente que escucha tu música a que se informe de ciertos temas, que se movilice ante ciertas causas, puede ser algo realmente positivo, y nosotros, como artistas que somos, creo que tenemos una responsabilidad en ese sentido".

Así pues la voz del grunge, la que mejor ha resistido a los años, es la voz de la consciencia social del pueblo americano. La voz cavernosa de Vedder, aquella que algunos se atreven a comparar con la de Jim Morrisson, es la mejor narradora de miles de historias personales que se hacen universales, así como de hechos sociales que se filtran en las conciencias de todos sus fans. Eddie Vedder sigue en la cresta de la ola, aunque a veces esta se vuelve indomable.



Ficha de Eddie Vedder  
Nacido el 23 de diciembre de 1964 en Evanston, Chicago, Illinois
Nombre completo: Edward Louis Severson, III
Vocalista principal de Pearl Jam, guitarra rítmica, autor de la mayoría de letras y contribuye al diseño artístico de los álbumes con el pseudónimo de Jerome Turner.
Otros instrumentos: toca el acordeón, harmónica, ukelele, batería
Grupos anteriores: Bad Radio, Temple of the Dog
Influencias: The Who, Neil Young, The Ramones, Fugazi, The Frogs
Aficiones: surf, baloncesto (fan de los Chicago Bulls), baseball (fan de los Chicago Cubs)
Apareció en la película Singles y es el compositor de toda la banda sonora de Into The Wild.
Crítica de la banda sonora de la película ‘Into the wild’
Sean Penn presentó el 2007 una de sus películas más personales, ‘Into the wild’ (aquí presentada como Hacia rutas salvajes). El, en este caso, director de la película explicaba la historia de Christopher McCandless que abandona su vida en la civilización, se cambia de nombre por el de Alexander Supertramp, deja sus posesiones y dona sus 24.000 dólares de ahorros a la caridad para poner rumbo a la salvaje Alaska, donde espera encontrarse con la verdadera naturaleza y con la verdad de su existencia. Es un película preciosa, con una fotografía que quita el aliento y con una historia que desgarra el alma, aunque todo cabe decir, con alguna que otra trampa para sensibilizar aún más el espectador. Pero esta película tiene un complemento que le da una categoría única: su música. Interpretada íntegramente por Eddie Vedder, el vocalista de Pearl Jam, la banda sonora acompaña bellamente las imágenes en los momentos de más reflexión interior del personaje. Eddie Vedder ilumina toda la belleza del paisaje al mismo tiempo que verbaliza toda la angustia vital del protagonista. El resultado se transformó en reconocimiento tanto por los fans como por los críticos y consiguió además el globo de oro para el tema Guaranteed.
La banda sonora suena a música americana por todos los costados. Es puro folk country, donde la voz de Vedder se convierte en el mejor cronista de esta pequeña historia del sueño vacío americano. No se que otra voz hubiese podido cantar mejor temas como Society, Rise o No Ceilling, acompañado de su ukelele, la mejor compañía para este viaje. Por otro lado queda Hard Sun, una versión de Gordon Peterson, alias Indio, que es un grito magistral a la madre tierra y a la belleza que le rodea. Y es que no podía ser otro que Eddie Vedder quien cantara esta banda sonora. Y esos aullidos en The Wolf, empieza el día o viene el ocaso? El caso es que Vedder logra pintar estos paisajes que suenan a materiales ocres, a agua, a nieve y calor. Magnífica fusión entre imagen, historia y música. 
MARTÍ FIGUERAS 

ALKALINE TRIO



  This addiction
Heart & Skull /Epitaph Records

Vuelven Alkaline Trio para presentarnos su séptimo álbum de estudio, This Addiction. Un disco en el que el terceto de Chicago busca redimirse de su último fallido trabajo volviendo a sus inicios punk-rockeros. El resultado: un peligroso punto intermedio entre todo aquello bueno que apuntaban en sus dos primeros discos y la incapacidad para plasmar la esencia de sus mejores trabajos.

Habitualmente cuando un grupo no consigue los objetivos marcados en su anterior disco, a la hora de encarar el siguiente suele optar por repetir fórmulas pasadas como forma de obtener el éxito de antaño. Ése es el contexto en el que se circunscribe This Addiction, el séptimo EP de los norteamericanos Alkaline Trio (AK3). 
 
En el año 2008, el trío de Chicago publicó Agony an Irony, un disco que parecía alejarse definitivamente del punk rock punzante que mostraron en los inicios de su carrera y que por tanto carecía de la esencia de la banda. El resultado obtenido fue pobre, decepcionando a sus seguidores de siempre, a la crítica, y lo que es peor, a ellos mismos. Tocaba un giro a su carrera y eso es exactamente lo que AK3 han llevado a cabo con This Addiction. Para empezar rompieron con Epic Records para tener más libertad creativa de forma que este nuevo trabajo lo publicaron a través de su propio sello -Heart&Skull- y en colaboración con Epitaph Records. El disco fue grabado en los Atlas Studios de Chicago con Matt Allison a la producción, es decir, mismo estudio y mismo productor que la banda empleó para grabar sus primeros y más exitosos trabajos, especialmente Goddammit y From Here to Infirmary. Ésta es la redención que la banda parecía llevar a cabo con su nuevo disco, una vuelta a sus orígenes musicales como forma de congraciarse con todos aquellos que llevan más de una década siguiéndoles. 
 
Y lo cierto es que el resultado, igual que su trayectoria, puede observarse desde diversos prismas. Si sólo atendemos a los fríos números la apuesta les ha salido bien ya que el álbum consiguió el undécimo puesto del Billboard alcanzando el uno en las listas americanas de música rock. 
 
Si hablamos de la esencia de la banda, puede que todavía podamos ver algunos de sus rasgos. Siguen teniendo esa capacidad de contar historias trascendentes y personales sobre el amor, la adicción, el dolor o la muerte con esa mezcla de ironía y fatalismo que han desprendido a lo largo de su carrera tanto en sus letras como en su música y en la voz de Matt Skiba. 
 
Pero si nos centramos en un ámbito estrictamente musical y hacemos una comparativa con sus mejores álbumes, la conclusión es que falta algo y que difícilmente podrá recuperarse. Sí, no cabe duda de que el disco suena bien, es fácil de escuchar, rápido, dinámico y tiene canciones que merecen la pena, casi comparables a las mejores de su repertorio. El trallazo inicial que da título al disco demuestra que no se les ha olvidado del todo hacer canciones punk. También destacan la reivindicativa “The American scream”, la agridulce “Lead poison”, el amor descarnado de “Eating me alive”, la íntima “Fine” y muy especialmente “Piss & Vinegar”, hit que te hace vibrar desde la primera escucha. Pero este puñado de buenas canciones no basta para considerar a este This Addicton entre lo mejor de su repertorio, ni tan siquiera para considerar que han recuperado su esencia. Un disco hay que valorarlo en su conjunto y en esa visión al disco le falta fuerza, movimiento, relieve. Hay canciones que no le dan el empaque necesario. Destaca para mal “Dead on the floor” y no precisamente por ser una mala canción sino por recordar en exceso a su conocida “Radio”. Otras como "Draculina" o "Dorothy", simplemente pueden recibir el calificativo de temas prescindibles. 

Por todo ello, aunque
This Addiction pueda dejarnos un poso de lo que una vez Alkaline Trio fueron, parece más que difícil que su punk rock característico regrese. Tal vez hayan evolucionado, tal vez sea difícil recuperar el espíritu guerrillero de los comienzos, cuando no eran nadie y luchaban por su sueño. Esa emoción ha desaparecido y eso es lo que hace que aunque su séptimo trabajo pueda considerarse aceptable, con algunas buenas canciones, carezca de la intensidad y la emoción de aquellos discos de antaño. Eso hace de This Addiction un regreso a sus formas pero nunca al fondo de lo que el grupo fue.

Iván Sobrino

EH!!36 DE 48: UN DELEITE PARA LOS AMANTES DEL BUEN ROCK



Elías Egido es conocido por haber sido bajista del grupo Standstill desde finales de los 90 hasta el 2005. Ex miembro de E150, ahora retoma su propio camino con un debut instrumental en solitario, sólo para oídos afinados e inquietos. Se trata de un nuevo proyecto musical que busca la expresión por encima de todo y se basa en la experimentación para llegar a ello. Es un disco, como dice el propio Elías, para ser escuchado y que la gente saque sus conclusiones. Diez temas con títulos curiosos, de entre 3 y 4 minutos aproximadamente. Bajos, contrabajos, baterías, guitarras, teclados y el sonido del theremin, la calimba y el serrucho con arco, son la amalgama de sonidos que podemos encontrarnos en esta novedosa manera de componer música.

Eh!, el proyecto musical de Elías, que en este debut lleva por título “36 de 48”, es uno de esos álbumes para ser escuchados varias veces, ya que cada nueva escucha resulta ser un nuevo descubrimiento melódico. Parece sacado de un disco antiguo de bandas sonoras. Es lo que en Bcore Disc denominan “Filmcore”, es decir, música para películas.




Hola Elías, ¿Cómo te encuentras? ¿Estás contento con el resultado que Eh! 36 de 48 empieza a tener entre el público y la crítica?

Bien física y emocionalmente, estable. Me resulta sorprendente que lo que ha sido un proyecto íntimo y personal, no sólo haya visto la luz sino que la critica y el público lo haya aceptado tan bien.

¿Cómo y dónde surge la idea de hacer este disco?

Tras mudarme de mi Badalona natal a Madrid necesité de un par de años para descomprimir en lo musical, pero la cabra siempre tira al monte y tras la compra de un portátil y el increíble regalo en forma de contrabajo, prácticamente me vi “forzado” a retomar mi trabajo como bajista, recuperar sensaciones y crear 10 temas donde las personas que consideré oportunas en su momento pudieran moverse en libertad creativa con su instrumento.

Tocas los bajos y contrabajos, te has hecho cargo de la programación, composición, grabación, mezcla y masterización del disco, ¿no te has vuelto un poco loco con tanto trabajo?

El proceso fue el siguiente, me encargué de buscar buenas muestras y samples con las que hice todas las bases del disco, una vez completado ese trabajo preparé las diferentes líneas de bajo y contrabajo para que el resto de músicos tuvieran donde agarrarse. Una vez completé esta fase y se grabó, el resto de músicos fueron añadiendo sus pistas grabadas en improvisados estudios caseros, con la sorpresa de no saber que iba a tocar cada uno, ya que las únicas pautas fueron de intensidades y de donde respetar silencios, etc. La mezcla fue entre Raul Pérez y yo, entre llamadas y mails cruzados. Debo destacar también el increíble trabajo de Karlos Osinaga en el mastering, a la hora de homogeneizar los sonidos de las diferentes canciones. En definitiva un disco egoísta y coral, egoísta por la cantidad de horas que ha dedicado cada persona implicada en 36 de 48 y coral por el conjunto final del disco donde el trabajo de uno complementa al siguiente.

¿Qué influencias musicales y referentes score podemos encontrarnos en éste 
trabajo?

Uf! Por donde empezar… Aloha (del sello Polivinyl records) son una banda que me ha influenciado mucho, al igual que el universo de John Zorn, NomeansNo, Danny Elfman y Don Ellis, que han resultado una gran inspiración, pero artistas como Francis Bacon, Frida Khalo y escritores como Charles Bukowski también lo son en definitiva.

¿Qué has querido expresar en este álbum?

Lo interesante de la música instrumental es lo fácil que resulta para el oyente hacerse una imagen mental de lo que está sonando, por lo que para cada individuo la experiencia va a depender de sus vivencias y sentimientos que haya tenido a lo largo de su vida. Esto, me libera para seguir desarrollando mi visión sobre la manera de aproximarse al bajo/contrabajo. De todos modos, con cada tema del disco hay una frase asociada (cada una de ellas narradas en la canción 8) que pueden ayudar a entender que se encuentra detrás de 36 de 48 o a despistar aun más…jejejejeje

¿Te gustaría que tus canciones fueran utilizadas por la industria cinematográfica?

Si, sería una posibilidad interesante, se ha utilizado como sincro para promocionar alguna serie de televisión y el resultado ha sido muy bueno. Ver como funcionan las imágenes con la música es un reto y espero algún día trabajar mano a mano con algún director de cine ya que sería muy estimulante para mi y un reto conseguirlo.



Nos presentas diez canciones bien distintas pero que se entrelazan entre sí con un nexo en común, ¿Qué diez películas elegirías para cada canción? ¿Cuál sería la adecuada para cada tema? (puedes nombrar películas o géneros cinematográficos)

Esqueleto en el Armario: Dexter (lo siento es una serie! Pero le vendría como anillo al dedo jejejejeje)
Cerca del Mar: Fargo.
Una difícil relación con el Mundo: 24 hours party people.
Despierta Gata: Mi vida sin mi.
La cortina de mi propio ego: Pulp Fiction.
Valores por retales: The Godfather.
Lujo Descalzo: Apocalypse now.
Un cantante afónico, un pianista de cocktail y un batería: Delicatessen.
Huella del otro: Inseparables.
Azul: Olvídate de mí.

Además de una película, dinos un adjetivo que te guste para cada canción.
  1. Secretos, 2. Infancia, 3. Egos, 4. Amor, 5. Admiración, 6. Asertividad,
7. Cuadrar, 8. Ajustes, 9. Maldad y 10. Bondad.

¿Cómo ha sido tu evolución como músico después de tantos años de carrera profesional y de pasar por diferentes grupos?

La primera vez que me colgué un bajo supe que era mi instrumento. Tuve la suerte de poder improvisar con gente que sabía muy bien lo que hacían y ya me quedó claro cual es la función y las posibilidades del instrumento, la suerte es que de manera innata nunca he tenido problemas con seguir el tempo. Tras tocar en diversas bandas de “local” con las que apenas se dieron un par de conciertos y ninguna grabación, entré en la banda barcelonesa de la escena Hardcore Punk E150 con la que viví mis primeras experiencias de lo que en definitiva tiene que hacer, grabar y girar, además de una serie de valores que aun conservo. El colofón fue la primera gira de verdad que nos llevó a Estados Unidos y Canadá por 3 semanas durante el agosto de 1999 y en la cual me compré mi compañero de viaje mi Gibson “The Ripper” y en septiembre de ese mismo año entré a formar parte de la banda que me ha formado como bajista y persona por la cantidad de experiencias vitales a su lado, Standstill. Para finalizar nombrar a los 3 bajistas que a mi particularmente mas me han influenciado en su estilo, Joe Rally (Fugazi), Rob Wright (NomeansNo) y Grez Cohen (Masada).

¿Has conseguido poner orden a tus ideas musicales? ¿Ya tienes claro por dónde quieres que vayan tus próximos trabajos o esto es una experimentación más, entre las muchas que vendrán?

De hecho estamos trabajando en los nuevos temas de eh! y para el que voy a poder contar con toda la banda de directo por lo que este será un disco mas de grupo, mas complejo y con todos los aspectos a destacar de 36 de 48 se están potenciando tanto en los niveles de intensidad como de banda sonora.

¿De qué manera experimentas con la música? Cuéntanos cómo es el proceso de elaboración desde que se te ocurre una melodía hasta que consigues plasmarla físicamente.

La primera premisa es escuchar mucha música y muy variada para sacar los loops mas extraños y poderlos combinar, modificar, alterar, cortar y pegar hasta que pierdan el referente y se transformen en algo nuevo, una vez he realizado intros, cambios, etc trabajo la linea melódica, aunque para estas canciones nuevas no he querido sacar ninguna linea para poder trabajar los temas directamente con los músicos que tengo cerca para que el conjunto final sea mas compacto.

¿Crees que se nace con talento o se puede llegar a adquirir con el tiempo?

Que difícil pregunta, por un lado pienso que hay gente con una tendencia a la creatividad y la expresión, pero al fina las experiencias que tienes (sobretodo a lo largo de tu infancia) te marcan hacia una serie de inquietudes o otras a la hora de querer expresa conceptos.


A mi tu música sigue recordándome a psicodelia y sonidos setenteros, podría juntarla con la música de Janis Joplis, the Doors o Led Zeppelin y quedaría genial en un Woodstock, ¿no crees?

Jajajaja, es muy interesante como cada persona que se enfrenta al disco me comenta a qué le recuerda, y me han dicho de todo, desde Portishead a música contemporánea en la onda de Steve Reich. En cuanto a la época que me comentas definitivamente me quedo con The Doors y Love más que con Janis Joplin y Led Zeppelín. Hace poco tuve la oportunidad de ver la versión extendida del concierto de Woodstock y me parecieron increíbles Sly & The Family Stone (con el increíble Larry Graham al bajo) y la actuación de Santana que presentando su primer disco se hace altamente recomendable para ver de donde a salido el sonido de los increíbles The Mars Volta.


Háblanos de los colaboradores que te han ayudado en esta sorprendente y novedosa propuesta: Raúl Pérez de “The BalticSea” y Karlos Osinaga de Lisabö.

Los dos han sido piezas clave en el sonido final de disco. Raul Pérez en los estudios “La Mina” en Sevilla se implicó ya en los primeros bocetos del proyecto y se ofreció a grabar el disco, esto acompañado por la compra que realizó de una mesa de los años 60 me hizo decantarme por él a la hora de pensar quien grababa el disco y con Karlos Osinaga todo fue facilísimo apenas le di un par de anotaciones a la hora de que quería en el mastering del disco, recomiendo a las dos personas para cualquier banda que desee grabar un disco en condiciones de calidad y profesionalidad acudan a cualquiera de los dos ya que ofrecen la implicación al 100% en su trabajo.

¿Y en lo referente a instrumentación? (háblanos de tus músicos)

El punto de partida a la hora de escoger los músicos que quería a mi lado fue sencilla gente con la que haya grabado, tocado o compartido experiencias vitales, gente que sepa lo que me va a ofrecer y confíe ciegamente en su trabajo. En la actualidad la formación de eh! soy yo, Daniel Arrizabalaga a la batería, Txus Villalabeitia y Rubén Martinez guitarras, Ramon Marc Bataller al saxo, Naiel Ibarrola teclados y Manu Moreno a la viola, además disfruto de colaboraciones puntuales de Ferran Puig (trombón de varas), Pep Arimont (trompeta), los dos junto a Ramon Marc conforman los vientos del panorama, y Marc Clos (vibráfono).

¿Dónde encuentras la inspiración para componer?

La inspiración surge del trabajo diario, evidentemente nada sale porque si y cada día hay que tocar tu instrumento y trabajar en los samples y sus modificaciones, pero cualquier cosa que me agite por dentro es una inspiración y un aliciente para seguir en algo que para mi es casi como la mejor de las terapias.

¿Por qué es tan importante que haya una buena base de bajo y batería?

Para mi concepción de la música es fundamental que bajo y batería vayan de la mano, creo que si cada golpe de batería le acompaña uno de bajo se consiguen dos cosas, la primera (y para mi una regla básica) es ofrecerle a posibilidad a un batería de ponerle notas a esos golpes y la segunda, y casi mas importante para mi entender, es que permite al resto de músicos liberarse y poder trabajar desde la perspectiva mas libre, por ello la base rítmica tiene que caminar y tener la suficiente personalidad como para defenderse por si misma.

¿Qué papel juega el contrabajo en este tipo de música y en tu álbum, en particular?

Es un instrumento muy agradecido con el que menos es más, tres notas son suficientes para que el tema coja el ambiente buscado y hacer entender la canción. Estoy ahora trabajando con arco y aunque se que me va a costar tiempo sacarle el sonido, en ello estoy…

¿Podríamos decir que hay una libertad absoluta de creación y composición por parte de cada uno de los músicos, como en el jazz? Me imagino que lo haréis sobre una base determinada y lo pondréis en común entre vosotros.

No lo podías definir mejor, efectivamente el trabajo mas “duro” al que se tienen que enfrentar los músicos de eh! es entender e interiorizar mi lenguaje musical, es decir, todo tiene un sentido y lo que para mi es súper evidente para otra persona puede ser un jeroglífico. De todos modos nunca le digo a nadie que tocar, marco unas pautas de que silencios hay que respetar, que partes hay que subir o bajar de intensidad y la intención de cada cambio. Con esas pautas trabajan sobre las bases y si hay algo que no me termina de convencer miramos de llegar a un punto medio, pero siempre pensando en el beneficio del tema y nunca en el personal.

¿Has encontrado ya tu lenguaje musical?

Un lenguaje musical es un concepto un tanto peligroso ya que puede estancarte y entender la música como un negocio, es decir, yo planto naranjas y vendo naranjas y si te gusta bien, pero me gusta más el reconocimiento inmediato, me explico, toques lo que toques que se note que eres tu mismo. Cuando alguien viene tras escuchar el disco o vernos en directo y me ha comentado “es que eres tú, son tus líneas de bajo!!” y ese es uno de los aspectos mas agradecidos que te pueden pasar.



¿Cuál es la banda sonora de tu vida?

No sería la banda sonora que definiría mi vida pero si guardo uno de los primeros recuerdos musicales de mi infancia que siendo muy pequeño encontrara una cinta de casete con la B.S.O. de la película “La muerte tenía un precio”, recuerdo el miedo que me daban algunas partes y lo que corría mi imaginación al escuchar los golpes de campana, látigos y pianolas 
de saloon…

¿Y tu película favorita?

Me encanta la trilogía de “El Padrino”, toda una lección de vida y todo el trabajo de Michelle Gondry, Jean Pierre Jeunet y Terry William.

¿El último disco que has comprado?

En vinilo “Real Gone” de Tom Waits.

¿Te has pirateado alguna vez un disco o una película?

Si…un montón!!

¿Qué prefieres: concierto acústico e intimista o directo salvaje?

Directo salvaje siempre!!!

¿Para cuál de estas dos opciones estaría hecho tu disco? 
 
Aunque la calidez del sonido de 36 de 48 puede llevar a engaño los directos de eh! son siempre intensos, hay que dejarse la piel en el escenario y no entiendo un concierto sin vivir una por una cada nota que salen de las 4 cuerdas que toco.

¿Qué se entiende por Filmcore? ¿Consideras que formas parte de este grupo? 
 
La “etiqueta” filmcore surgió de risas cuando aun tocaba en Standstill y ya empezaba a realizar mis primeros intentos por crear algo al margen de la banda, tiempo después cuando intentaba explicar que tipo de música hago me acordé de ese momento y todo el mundo pareció en coincidir en que la definición filmcore era muy apropiada ya que confluyen la intensidad y la pasión de la escena hardcore con las ambientaciones mas típicas de las B.S.O., pero vamos todo surgió de una pequeña broma interna y en ningún momento creo haber inventado nada nuevo, por lo que creo que no hay una escena como tal, de todos modos me siento mas cercano a Nueva Vulcano que a la Cinematic orquestra…

¿Hasta dónde piensas llegar con este disco? ¿Va a haber una gira o conciertos de manera asidua o habrá que buscaros para dar con vosotros?

Gira como tal no, el concepto de eh! no es el tocar por tocar, solamente vamos a hacer los bolos que nos apetezcan o cosas especiales que nos hagan ilusión de realizar. Eh! es una banda que necesita de buen sonido y condiciones óptimas y la época de toco donde, como y cuando sea para mi es pasado, por lo que quien quiera ver a eh! tendrá pocas oportunidades al año de hacerlo. Este es un proyecto a que se le está dando mucho mimo y cariño.

¿Cómo os lo montareis en un directo, viviendo cada uno en un sitio distinto? 
 
Este es el segundo motivo por el que me gusta que esté todo bien cuidado ya que hay dos personas de Vitoria, tres de Madrid y el resto en la provincia de Barcelona, pero otra cuestión son los ensayos para preparar los conciertos son en Vitoria, un punto intermedio para todos. De todos modos al tener todo el mundo las canciones por pistas cada uno puede ensayar en su casa o locales de ensayo respectivos quitando su instrumento y ensayando encima.

Te traslado la pregunta de nuestro último grupo entrevistado “Histeria Innokua”. Es un juego que hacemos con los grupos, así que nos gustaría que nos dejaras escrita una pregunta tuya para el siguiente grupo o cantante que entrevistemos. ¿Qué serias capaz de hacer por dinero y fama? 
 
Nada, cualquier grupo que se forme buscando cualquiera de estas dos cosas es que tiene el concepto de las cosas un tanto desequilibrado ya que para conseguir ese objetivo igual va a tener que hacer cosas que ni en el peor de los trabajos te podrías imaginar y de todos modos si ese es tu objetivo lo que tienes que hacer es rodearte de la gente adecuada, en el momento y sitio adecuado y ni así tienes todos los números para conseguirlo, así que en mi humilde opinión uno debe tocar por el placer de hacerlo y si las cosas te van bien disfrutarlo al segundo y vivir la experiencia. Y mi pregunta es: ¿Por qué os llamáis…? Jajajaja, no, es broma!!! La pregunta es, ¿qué es más importante en una canción la forma o el contenido?
Muchas, muchas gracias por esta extensa e interesante entrevista, ha sido un placer contestarla. Espero poder avisaros en breve de un día, hora y sala en Barcelona para que todas estas palabras se conviertan en hechos…de nuevo gracias y os deseo lo mejor de las suertes en vuestro camino a través de la red.

Muchísimas gracias por todo Elías, toda nuestra suerte en tu nuevo proyecto y deseamos que la gente que sabe de música sepa apreciar esa amalgama de sonidos que salen de vuestros seres y nos envuelven con ellos durante diez temas realmente genuinos. Eh! 36 de 48 promete mucho, eso os lo aseguro.

AINTZANE CASTILLO