Fever
Jive
Bullet for My Valentine siguen dando grandes pasos en su afán por evolucionar en su sonido. Fever, el tercer trabajo de los galeses, bebe de los clásicos del Heavy y del Hard Rock para convertirse en su disco más maduro hasta la fecha. Un cóctel de ritmos con el que la banda demuestra tener la suficiente calidad para convertirse en uno de los grupos de referencia del metal británico.
Su primer trabajo -The Poison- los convirtió en una de las auténticas revelaciones del metal británico. Con su segundo álbum, Scream Aim Fire, se liberaron de cualquier prejuicio ofreciendo un disco tremendamente potente. Ahora Bullet For My Valentine (BFMV) vuelven con Fever y lo hacen para confirmar todo lo bueno que apuntaban. Y es que si algo define a este cuarteto galés es la ambición por no estancarse y seguir sorprendiendo a su legión de fans. Con Fever, BFMV consiguen el que es su trabajo más maduro hasta el momento. Tal vez el disco pierda algo de caña con respecto a su antecesor -con ello regresan a la concepción de su primer larga duración- pero lo hace para combinar sus acostumbradas canciones llenas de energía y vitalidad con un puñado de medios tiempos que ayudan a que cada canción tenga una consistencia independiente sin que con ello la conjunción del trabajo se resienta lo más mínimo. Y es así como este álbum logra una fusión equilibrada entre la visión más poderosa del metal y las melodías del Hard Rock clásico. Basten los cuatro primeros cortes del disco para ejemplificarlo.
El primer golpe viene dado por "Your betrayal" un cañonazo musical en el que la melodía se queda a la primera escucha. A ésta le sigue la canción que da título al disco y con la que la banda continúa con la potencia musical del primer tema. Cierra esta tríada de explosión musical "The last fight", con una eficiente combinación de potentes guitarras con voces guturales, especialmente en el segundo tramo de la canción. El inicio del disco resulta brillante. Con la cuarta pieza, "A place where you belong”, la banda cambia de tercio hacia algo más sosegado. Es una balada que se inicia con un riff acústico y no deja de crecer hasta finalizar en todo lo alto. Y así prosigue el disco, perpetuándose a lo largo del mismo esa mezcla dosificada entre la caña y el sosiego que proporcionan sus medios tiempos y con los que consiguen una eficaz combinación de ritmos. Aún así no todo puede ser bueno. La banda, que sin ser virtuosos demuestran su capacidad para componer piezas musicales sencillas pero tremendamente efectivas, sigue careciendo de unas letras sólidas con las que dar un mayor empaque a sus canciones. En todas flota en el ambiente esa idea de desamor y de las sensaciones que ello provoca dejando un poso ciertamente lastimoso para lo que su música ofrece.
Fever demuestra la capacidad de BFMV para combinar la potencia con la sensibilidad así como el heavy con el rock clásico demostrando que la banda sigue la senda correcta para alcanzar las metas a las que aspiran. Cuando sean capaces de mejorar sus letras habrán dado el paso definitivo para ser una de las bandas más reconocidas del metal contemporáneo.
Iván Sobrino
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