6 may 2011

BRANDON FLOWERS



Flamingo
Vertigo / Mercury

Brandon Flowers, cantante de The Killers, debuta en solitario con "Flamingo". Aprovechando el parón temporal que la banda se ha tomado, su líder se lanza a experimentar por separado en un disco que mantiene el compromiso con el rock característico de la banda al que le añade su toque personal, más comedido, más melancólico. Un camino al yo interior de Brandon Flowers.

Después de tres álbumes de estudio, un recopilatorio, millones de discos vendidos, giras recorriendo todo el mundo y una fama que traspasa fronteras, The Killers decidieron parar de forma indefinida. Nueve años de trayectoria casi sin descanso hicieron que la banda decidiese dar prioridad a otros aspectos de su vida para no acabar odiando su profesión. Todos excepto su hiperactivo líder, Brandon Flowers, el cual durante la gira de su último trabajo “Day & Age” exprimía cualquier momento para componer las canciones de un futuro nuevo álbum de la banda. Y así fue como lejos de empujar esas canciones al fondo del cajón, Flowers decidió hacerlas suyas y, con el beneplácito de la banda, lanzarse a la aventura del debut en solitario con este “Flamingo”. Diez canciones -catorce en la edición deluxe-, en las que el cantante hace un giro hacia su pasado, hacia su infancia, en una especie de oda a la ciudad que le vio crecer, la ciudad del pecado, la inconfundible Las Vegas. 
Para los acérrimos fans de The Killers comentar que no esperen encontrar un disco con canciones que suenen completamente a su banda predilecta. Y es que aunque el primer single, Crossfire, podía dar esa sensación, el disco en general explora más en las influencias de Flowers que en las de la banda. Sí, se mantiene cierto gusto por esas melodías bailables tan características del grupo, pero esto acaba quedando supeditado a una onda más tranquila y sosegada. No hay grandes himnos a lo Somebody told me o Human ni canciones especialmente pegadizas y las guitarras, lejos de la electricidad que se le imprime en la banda, quedan lastradas para dar una sensación de mayor suavidad. Es como si Brandon Flowers hablara de su pasado desde la posición de madurez actual que ocupa. Casado, con dos hijos y entregado a sus creencias religiosas da la sensación de que el artista le dijese a sus fans: esto es lo que he sido, lo que ahora soy y lo que pienso. La búsqueda de su yo interior a través de su voz y de unas letras introspectivas y melancólicas que nos muestran la cara más personal de Flowers. 

Así nos encontramos con ese homenaje envenenado a su ciudad natal en Welcome to fabulous Las Vegas, su infancia en Only the young, el guiño a la festiva México en Jilted Lovers and Broken Hearts y profundas baladas como Playing with fire y On the floor, donde mezcla el country con el  gospel. Un disco en el que pueden encontrarse influencias a los dos lados del charco desde Lou Reed o Bruce Springsteen en Estados Unidos hasta New Orden o U2 en UK. Un trabajo lleno de metáforas sobre la religión, el cielo y el infierno, el juego... y con el recuerdo a su madre fallecida siempre presente. Un disco sobre todo aquello que ha hecho ser a Brandon Flowers la persona que es. 

Por todo ello Flamingo es un disco pensado para salas pequeñas, donde sobresalga su voz y Flowers pueda ofrecer al público su visión más personal de la vida. Tal vez no sea lo que el gran público esperaba, pero el artista tenía la oportunidad de experimentar con lo que él consideraba que más le llenaba y así lo ha hecho. Es la aventura más introspectiva y experimental del miembro más inquieto de The Killers, canciones de combustión lenta para los días más melancólicos.

Iván Sobrino

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